Se supone que todos deberíamos ser nosotros mismos y así ser felices, ¿por qué tú no lo eres?
Cuando sales a la calle, la gente no ve tu cara, la gente ve una máscara de maquillaje totalmente diferente a ti. Las personas no ven a esa chica divertida que ríe por cualquier cosa, ven a alguien que va por la vida soltando insultos y palabrotas a quienes no lo merecen y riendo desgracias de los demás. No ven esa ropa que a ti te gusta llevar, ven esa que está de moda en el tiempo. No ven esa chica con sus sueños, esperanzas y metas, ven a otra que solo piensa en salir con chicos. No se dan cuenta de que existe una chica a la que le encantaría tener un buen futuro y gracias a ti ven a una que suspende queriendo y encima, se alegra de ello.
Todo ello a causa de una sola cosa: las etiquetas sociales. Porque si no vistes de esta forma te echan atrás, porque si sacas muy buenas notas no te hacen caso, porque si de verdad eres tú misma ante el mundo, gran parte de él te da la espalda. Suerte que hay un mínimo de personas a las que verdaderamente les da igual lo que piensen los demás. Que son ellos mismos. Que tienen una vida de verdad.
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